El 29 de septiembre se celebró el Día Internacional de las Personas Sordas.

Desde el movimiento asociativo de familias de personas sordas, agrupados en la confederación nacional FIAPAS, ponemos el acento este año en la necesidad de garantizar la detección y el diagnóstico precoz de la discapacidad auditiva durante toda la infancia.

Aproximadamente la mitad de las sorderas infantiles pasan desapercibidas en el cribado neonatal, bien sea porque son de aparición tardía o porque sus efectos son todavía imperceptibles en el momento del nacimiento.

En muchas ocasiones, este cribado neonatal con resultados normales como único elemento a considerar, obstaculiza y retrasa el diagnóstico temprano. Se cree erróneamente que, si el bebé ha superado con normalidad la medición neonatal, no es necesario volver a realizar una revisión auditiva en profundidad hasta que los síntomas no son muy evidentes y ya se ha producido un retraso evidente o un retroceso en la adquisición del lenguaje.

 

 

Cribados auditivos durante toda la infancia, acceso temprano a tratamiento (también con edades superiores a las de Atención Temprana), y difusión de los signos de alerta ante una posible pérdida auditiva en ámbitos fundamentales como el familiar, el de consultas de pediatría o el escolar son medidas que garantizarían la correcta atención a la salud auditiva de todos los niños y niñas.

Tras el gran avance que ha supuesto la generalización del cribado neonatal, es el momento de Dar el Salto hacia una detección precoz de la hipoacusia en toda la infancia.

Si tu hijo o hija, de repente, presta menos atención, entiende peor las cosas, o contesta menos cuando le llamas, es necesario hacerle un control de la audición. Lo mismo si estos síntomas los comentan sus maestros o cuidadores en otros ámbitos distintos al familiar. Hay sorderas que son de aparición postnatal, y que requieren igualmente tratamiento temprano y adecuado.

En Aragón, nuestras tres entidades federadas (Asociación San Francisco de Sales de Hipoacúsicos, ASPANSOR Zaragoza y ATPANSOR Teruel) ofrecen atención y orientación a todas las familias que se planteen si su hijo o hija está oyendo bien, y también a todas aquellas que ya tienen un diagnóstico. En todos los casos de hipoacusia, la pertenencia al movimiento asociativo es un poderoso recurso para las familias, en beneficio del correcto desarrollo personal de los niños y las niñas.

No te quedes con la duda. #DaElSalto